domingo, 14 de enero de 2018

Sector empresarial

Las empresas y los proveedores ven claramente la necesidad de transformar su infraestructura con el fin de ser capaces de brindar una mayor variedad de servicios, responder mejor a la naturaleza cada vez más móvil del trabajo y del comportamiento de la red personal, permitiendo a los proveedores obtener más valor de sus activos de red. Tomemos, por ejemplo, la necesidad de mantener el paso del crecimiento en el uso de teléfonos móviles. Un reciente estudio publicado por GSMA reveló que América Latina fue una de las regiones de más rápido crecimiento a nivel mundial en términos de conexiones de teléfonos inteligentes entre 2010 y 2013, con una base instalada de teléfonos inteligentes que creció un 77% anual (CAGR) durante este período. Los teléfonos inteligentes representaron casi el 30% de las conexiones móviles de la región a finales de septiembre de 2014 (200 millones) y se pronostica que representarán el 70% del total (605 millones) para el 2020. El informe de GSMA también indicó que América Latina tendrá la segunda mayor base instalada de teléfonos inteligentes en el mundo, superada solo por la región de Asia Pacífico.

A fin de ganar en este mercado de conectividad altamente competitivo y en rápida evolución, los operadores deben tomar medidas para diferenciar sus carteras y aumentar las oportunidades de ingresos. Los operadores deben adoptar un enfoque consultivo para evaluar sus necesidades y determinar los servicios, programas y soluciones necesarias para transformar sus redes. Los operadores quieren saber los beneficios que les reportará la implementación de estos y otros tipos de soluciones y la evolución de sus redes, desde la nube hasta la conectividad, incluyendo todo lo demás. Con la flexibilidad de red en la mente de todos, está claro que en 2015 las redes deberán transformarse para evolucionar al siguiente nivel.

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